Señales subjetivas - Comportamiento del gato

En el pif el tiempo siempre juega a su favor, cuanto más tarde se detecte la enfermedad menos posibilidades de superviviencia.

Cómo detectar de manera temprana que un gato casero puede estar padeciendo esta enfermedad:

Señales subjetivas

Todos conocemos cómo es el carácter y costumbres de nuestros animales, hay que estar atentos a cambios que sean llamativos y mantenidos en el tiempo, por lo menos una semana.

Cambios en el comportamiento del gato:

- Huidizo, se esconde en sitios oscuros o poco accesibles.

- No quiere comer pienso seco, le cuesta tragar, prefiere sólo comida húmeda o si no come, sólo lo hace si se le das comida blanda con tus dedos. Un síntoma repetitivo en mis dos gatos es que sólo querían comer comida blanda y de mis dedos cada dos o tres horas.

- Comienza a asustarse por cualquier ruido ya conocido como golpe de la puerta de los vecinos, un plato golpeando otro, una madera suelta en el suelo, etc. Todo ruido que ya haya escuchado más veces y de repente parezca que le suena como extraño o nuevo y le haga ponerse a la defensiva es una señal de un comportamiento extraño.

- No quiere hacer ejercicio  o se cansa enseguida. Ya no juega con aquellos juguetes que le hacen moverse tanto o ya no se mueve tanto como antes. (A un gato de menos de dos años se le supone siempre una vitalidad constante en sus momentos de mayor actividad y si tiene un juguete preferido, puntero láser, caña, pelota, etc pero ya no juega tanto, lo deja enseguida también es un señal.) Si está castrado puede que se haya vuelto más cómodo de manera natural, lo que hay que fijarse es si se mueve menos con ese juguete que tanto le gusta o ya no pasa tanto tiempo corriendo de aquí para allá, saltando, etc, eso sería señal de que algo no va bien.

- Se queda quieto mirando a la nada como ensimismado .Sin mirar a ningún punto fijo, solamente pasar mucho tiempo en una misma postura sentado o de pie.

- O es mucho más inquieto de lo normal. Esta tranquilo sentado o tumbado y de repente se levanta como si le "picara o le molestara algo" y se va a otro sitio.  Se le ve inquieto sin poder precisar una causa concreta que lo provoque (podrían ser pulgas, herida, olores, etc). Si no se puede precisar la causa puede ser una señal.

- Bebe mucho más agua de lo normal. Se mantiene en su bebedero mucho más tiempo o el nivel del agua baja mucho más de lo normal.

- Cambio de sabores. La comida que tanto le gustaba, de repente, la rechaza, le deja de gustar y comienza a gustarle otra diferente.

- Si lo coges en brazos intenta escapar cuando antes no lo hacía. O protesta como si le doliera algo o no le gustara cómo lo coges.

- Duerme mucho más de lo normal. Aunque el gato sea muy dormilón, si al despertarse tarda en ponerse activo y a la menor ocasión aunque esté jugando se para a descansar o se queda dormido es una señal.

- Se le ve más débil o frágil. Sin saber porqué te da la sensación de que lo ves más delgado, más chupado de cara y con "aspecto enfermizo". O ha perdido peso, sin causa aparente.

- Se le hincha la panza o mantiene posturas poco naturales al caminar, echarse, etc. Muy echado hacia un lado, se tumba lentamente, suspira o parece que se queja al echarse, etc.

- Ya no da saltos y se mueve con precaución, no realiza movimientos bruscos. Donde antes era muy ágil y nos sorprendía ahora se le nota torpeza.

- Está decaído y prefiere estar solo. Sus bigotes no están tiesos y echados hacia adelante sino que se les ve como flojos y pegados por el morro hacia atrás por los lados.

- Si se le observa los ojos se ve el tercer ojo, una pequeña membrana oscura que arranca de la esquina del ojo que está más cercana a la nariz. También se puede ver que el color no es limpio y tiene zonas en las que parece que ha perdido el pigmento, algo así como cuando se ve óxido sobre un metal.

- Ha tenido un episodio de estrés (una mudanza, cambio de casa, de dueños, castración, enfermedad, etc) o ha sido recientemente vacunado (las vacunas bajan las defensas).

- Cualquier cambio de comportamiento en esa línea de decaimiento y, sobre todo, "huir de ti en momentos en que antes no lo hacía" puede ser síntoma de que "algo le pasa". Los gatos desean pasan sus "momentos malos" solos.

Eso sí. No hay que ser paranoicos.

Evidentemente unos pocos síntomas de los mencionados (duerme mucho, juega menos o come  menos, etc) o que solo se observen durante dos o tres días, no revelan nada, se tienen que dar varias señales llamativas juntas, sin otra causa conocida, que anteriormente nunca se hayan visto y que se mantengan en varios días, para que empecemos a sospechar que algo le está pasando.

He puesto todos estos síntomas, porque, normalmente, cuando nos acercamos a un veterinario con nuestro gatito enfermo, casi vamos más asustados que el propio gato y por mucho que tratemos de indicar las "cosas raras" que vemos, el veterinario se fijará antes en el gato, su aspecto, pelaje, ojos, boca, etc, que en nuestras opiniones, ya que nos considera "demasiado afectados para ser objetivos" (y realmente tiene razón). Por eso es importante que cuando vayamos a un vete porque "se dan muchas de estas cosas expuestas arriba", sea más bien para pedir hacerle una revisión completa (ojos, dientes, garganta, reflejo traqueal, orejas o, mucho mejor, un análisis de sangre directamente y esperar resultados. Un gato sano no da anemias, hematocritos bajos ni se le alteran otros valores. Si vamos con el gatito a que vean "que le pasa" lo primero será decirnos que pueden ser parásitos y que miremos las heces, o darle antibiótico si tiene fiebre o decirnos que volvamos en 15 días o un mes y mientras le demos otro pienso, etc, etc. Una gato en el veterinario se estresa. EL ESTRES DEBEMOS EVITARLO SIEMPRE, PUEDE ACELERAR EL PROCESO DE UN PIF.

Pienso que no hay que ir al veterinario como cuando nosotros vamos al doctor porque no nos encontramos bien. Nosotros nos quedamos más tranquilos si vamos y nos dan unas aspirinas o nos dicen: "es solo una gripe". Con los animales no pasa así. Salimos de allí con la misma inquietud, unas pastillas que no sabemos ni cómo darle  y con un gato estresado por la experiencia. Sin pruebas objetivas puede ser cualquier cosa. Hay que ir con nuestro animalito a ponerle las vacunas necesarias y cuando estamos "intuyendo" que le pasa algo (muchas cosas) que no son normales. Hay que con la idea de que le hagan pruebas objetivas (análisis, radiografia, ecografía, pruebas virales) para determinar qué es. El resto, paranoias nuestras y puro estrés innecesario para el gatito.


(toda la información que aparece en este blog está continuamente actualizándose con nuevas entradas, para que en ningún momento una artículo pueda dar datos que ya han sido suficientemente superados por otros nuevos. Por favor, lee siempre los últimos datos de este blog que estarán en las entrada más actualizadas). Uno de los peligros de hacer una búsqueda por contenido es acceder a un artículo que no contenga la última información y no fijarte en la fecha. El Pif es una enfermedad que se está estudiando y en la que se intenta avanzar continuamente, busca siempre información al día (o por lo menos al año).
Gracias y mucho ánimo si estás en el caso de tener que lidiar con esta terrible enfermedad).